El estadio de San Mamés se convirtió en un escenario vibrante durante un partido decisivo de la Europa League, donde el Athletic Club se enfrentó a la Roma con la necesidad de remontar. La atmósfera fue excepcional, con los aficionados dejando atrás conflictos recientes para unirse en apoyo al equipo. Este cambio en el ambiente fue especialmente notable tras la tregua entre el club y el grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila, que había estado en huelga desde noviembre, generando tensiones en las gradas.
Asistencia y Apoyo de la Afición
Con una asistencia de 50.666 espectadores, se registró la séptima mejor afluencia en la historia del nuevo San Mamés. El presidente Jon Uriarte había anticipado que el estadio brindaría un apoyo fervoroso al equipo, y efectivamente, la afición revitalizada hizo sentir su aliento desde el inicio del encuentro. El entrenador Ernesto Valverde reconoció este apoyo, afirmando que “el ambiente que ha habido en el estadio es una demostración de que si estamos juntos somos más fuertes”.
Desarrollo del Partido
El Athletic comenzó el partido con una ventaja numérica tras la expulsión del central alemán Mats Hummels en el minuto 11. A pesar de las dificultades para superar la defensa romana, el equipo logró abrir el marcador justo antes del descanso gracias a un gol de Iñaki Williams. Posteriormente, Yuri Berchiche y Nico Williams sellaron la victoria con un contundente 3-1, permitiendo al Athletic celebrar su victoria número 100 en competiciones europeas.
Celebración y Unidad
Al finalizar el encuentro, los jugadores se unieron a la afición en una celebración que incluyó la tradicional canción «Txoria txori». Valverde subrayó la importancia de la unidad entre el equipo y la afición para avanzar en la competición, destacando que este apoyo es fundamental para el éxito del club.
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