El Athletic Club atraviesa un momento de descompresión mental tras ganar la Copa del Rey, con tres partidos sin victorias. A pesar de los dos puntos de nueve posibles, el equipo se prepara para enfrentar una nueva final el sábado, con la clasificación a la Champions en juego. En el último partido ante el Granada, hubo numerosas imprecisiones y falta de fluidez en el juego, especialmente en la banda derecha con Iñaki Williams y De Marcos. A pesar de las dificultades, se reconoce que se pudo ganar y se merecía más. El entrenador Valverde tiene tiempo para corregir el rumbo y buscar el premio gordo que representa la clasificación a la máxima competición continental.
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