Las estaciones de Metro Bilbao han sido escenario de una curiosa situación durante la jornada festiva en la que camisetas rojiblancas han sido «vomitadas» por los fosteritos, impidiendo la entrada de más viajeros en algunos momentos. Las estaciones solo permitían la salida de pasajeros, mientras que en las marquesinas de todas las comarcas de Bizkaia, cientos de miles de personas esperaban la llegada de autobuses forales hacia la celebración.
A pesar de momentos de congestión, la red de transporte público logró cumplir su cometido de facilitar la movilidad de los aficionados del Athletic Club. Sin embargo, la huelga de trabajadores de Bilbobus causó problemas, con solo cinco de los 38 autobuses en servicio a mediodía.
Usuarios de Bilbobus tuvieron que buscar alternativas debido a la huelga, mientras que Metro Bilbao reforzó su servicio con trenes circulando ininterrumpidamente durante la noche, aunque se registraron retrasos leves por problemas técnicos por la mañana. Bizkaibus también experimentó momentos de saturación, especialmente en las líneas que conectan los municipios con Bilbao.
Por otro lado, Bilbao se blindó al tráfico antes de lo previsto debido a la gran afluencia de personas para la celebración, con cierres en puntos clave de la ciudad como el Puente del Ayuntamiento, El Arenal, Gran Vía y la Plaza Circular, así como los accesos por la Ribera de Elorrieta y Botica Vieja.
Fuente original en deia
