El reciente encuentro entre el Athletic Club y la Roma ha puesto de manifiesto fallos en el sistema de seguridad de San Mamés, justo antes de la final de la Europa League programada para el 21 de mayo. Este incidente, que se produjo en medio de enfrentamientos entre ultras de ambos equipos, requirió la intervención de la Ertzaintza.
Desarrollo de los Hechos
A pesar de que el día comenzó con un ambiente festivo, con aproximadamente 2.000 aficionados italianos disfrutando de la ciudad y una gran afluencia de seguidores rojiblancos, la situación se tornó caótica a medida que se acercaba el inicio del partido.
División de los Ultras y Tensión Creciente
Los ultras de la Roma se dividieron en dos grupos, desoyendo las recomendaciones de las autoridades. A medida que se acercaban a San Mamés, comenzaron a surgir tensiones, con enfrentamientos verbales y físicos, a pesar de las vallas de seguridad que intentaban mantener el orden.
Intervención de la Ertzaintza
La Ertzaintza tuvo que intervenir, utilizando cargas para controlar a los aficionados que intentaban saltar el perímetro de seguridad. Durante estos altercados, algunos seguidores de la Roma lograron superar las puertas de acceso, lo que intensificó la tensión en la explanada de La Catedral.
Consecuencias del Incidente
La situación se complicó aún más cuando se encontraron balas en la zona donde se habían congregado los ultras, lo que llevó a la policía a cerrar varios bares cercanos para evitar mayores incidentes.
Reacciones Tras el Partido
Después de la victoria del Athletic, la calma fue breve. Los ultras del Athletic se reunieron nuevamente en la explanada, lo que resultó en nuevos enfrentamientos con la Ertzaintza, que tuvo que actuar para dispersar a los grupos.
Preocupaciones sobre la Seguridad Futura
Este episodio ha suscitado inquietudes sobre la gestión de la seguridad en eventos deportivos, dejando la sensación de que la situación podría haberse manejado de manera más efectiva.
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