En la previa a la final de la Copa del Rey entre el Athletic Club de Bilbao y el Real Mallorca, aficionados radicales de ambos equipos protagonizaron incidentes en la Alameda de Hércules de Sevilla. Más de un centenar de seguidores se vieron involucrados en una pelea que incluyó el lanzamiento de objetos y sillas de establecimientos cercanos, aunque no hubo heridos graves. La intervención de la Policía Nacional logró controlar la situación y dispersar a los aficionados.
A pesar de este episodio, la jornada ha sido mayormente pacífica y festiva, con alrededor de 100.000 aficionados desplazados a Sevilla, mayoritariamente seguidores del Athletic. Ambas aficiones han aportado color y alegría a la ciudad, con terrazas y veladores llenos desde el viernes. Aunque el estadio de La Cartuja contaba con 20.698 localidades para cada equipo, miles de hinchas, principalmente vascos, viajaron sin entrada y disfrutaron del partido en bares o en las ‘fan zone’ respectivas.
A pesar de la convivencia y el ambiente futbolero, la actitud de algunos radicales empañó la atmósfera festiva. Sevilla se prepara para la final entre el exigido Athletic de Nico Williams y el Mallorca, en un ambiente marcado por la unión y la pasión por el deporte rey, a pesar de los incidentes previos.
