Raúl García, un jugador emblemático del Athletic Club, se despide del equipo al final de una temporada histórica en la que el club ganó su título número 25 de la Copa del Rey. Con un estilo sencillo y sin alardes, García ha sido un profesional ejemplar tanto dentro como fuera del campo, ganándose el cariño de la afición a lo largo de sus casi diez años en el equipo.
Su partida deja un vacío en el corazón de los seguidores del Athletic, quienes reconocen su entrega y dedicación al club. A pesar de su reputación de jugador polémico en el terreno de juego, García ha sabido conquistar a la afición bilbaína y se despide con el cariño y el respeto de todos.
Su legado en el Athletic Club será recordado con gratitud y admiración, y su partida deja un hueco difícil de llenar en el equipo. Los aficionados le brindarán una ovación merecida como muestra de agradecimiento por su contribución al club.
Fuente original en eldesmarque
