El exfutbolista argentino Jorge Valdano participó recientemente en un evento en el Instituto Cervantes, donde se abordó el tema del fútbol como una forma de arte literario. Durante su intervención, Valdano, quien ha sido comentarista deportivo durante la última década, expresó su descontento con el fútbol contemporáneo, señalando la influencia negativa de los clubes estatales y magnates que alejan a los equipos de sus verdaderos aficionados.
La voz del hincha en el fútbol actual
Valdano enfatizó la relevancia del hincha, recordando cómo los aficionados ingleses lograron detener la creación de la Superliga, lo que demuestra que los seguidores aún se sienten dueños del juego. Esta conexión entre el hincha y su equipo es fundamental para la esencia del fútbol.
Anécdotas familiares y la identidad en el fútbol
Durante el evento, Valdano compartió historias sobre sus tres nietos, quienes son fervientes seguidores del Athletic Club. A pesar de sus intentos por convencerlos con camisetas firmadas por jugadores, sus nietos permanecen leales a su equipo, influenciados por su madre bilbaína. Valdano subrayó que la identidad es uno de los valores más importantes del fútbol, destacando que, a pesar de la presencia de jugadores extranjeros, la conexión de los aficionados con su equipo sigue siendo fuerte.
El respeto por el Athletic Club
El exjugador, que ha elogiado en múltiples ocasiones la filosofía del Athletic, recordó su satisfacción al visitar San Mamés y su respeto por la rica historia del club. Además, Valdano es el conductor del programa ‘Universo Valdano’ en Movistar Plus, donde ha tenido la oportunidad de entrevistar a futbolistas del Athletic, como Nico Williams y Óscar de Marcos.
Identidad y legado
En este contexto, Valdano destacó que hablar del Athletic es sinónimo de hablar de identidad, citando al legendario portero José Ángel Iribar como un símbolo de esta conexión profunda entre el club y sus aficionados.
Un evento memorable en Sevilla
Finalmente, Valdano recordó la final de Copa del año pasado, describiéndola como un «emocionante estallido identitario» que reunió a más de 70,000 aficionados en Sevilla. Para él, este evento mereció ser visto y admirado, ya que el vínculo apasionado de Bizkaia con su club representa una fortaleza que contrasta con las controversias y el «gigantismo» de los grandes equipos que dominan los medios de comunicación.
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