El Athletic Club ha experimentado tres empates consecutivos en San Mamés, reflejando un descenso en su rendimiento que se considera aceptable dadas las circunstancias. A pesar de tener asegurado el título de la Copa del Rey y un lugar en competiciones europeas, mantener un alto nivel competitivo era una tarea difícil. Los empates contra Villarreal, Granada y Osasuna muestran la fiabilidad del equipo en momentos difíciles, pero también la dificultad de imponerse sin estar al máximo rendimiento.
En estos partidos, se destacó la importancia de la alineación, con cambios significativos en comparación con encuentros anteriores. La falta de jugadores clave como defensores, centrocampistas y delanteros afectó el desempeño del equipo. Algunas novedades, como la actuación destacada de Lekue en un nuevo puesto, contrastaron con el bajo rendimiento de otros jugadores como Berenguer.
La combinación en el centro del campo de Herrera, Vesga y Muniain fue arriesgada y no logró el impacto deseado, lo que llevó a su sustitución durante el partido. Muniain, capitán del equipo, tuvo dificultades para influir en el juego y se vio superado por la presión del rival. A pesar de la lucha y la determinación del Athletic, estuvieron cerca de sufrir una derrota contra Osasuna, evitada en el último minuto gracias a su perseverancia.
En resumen, la alineación improvisada y la falta de consistencia en el juego fueron señaladas como factores clave en las dificultades enfrentadas por el Athletic Club en estos últimos encuentros en San Mamés.
Fuente deia ★★★★★
