Raúl García, el héroe del Athletic Club en la final de la Copa del Rey, reveló sus emociones y pensamientos durante el crucial momento de su penalti en La Cartuja. Con la presión de revertir la desventaja ante el Mallorca, el experimentado jugador asumió la responsabilidad y ejecutó con éxito el lanzamiento que cambió el rumbo del partido. Consciente de que era su última oportunidad de ganar un gran trofeo, García se enfocó en lo positivo y en el apoyo de su familia, evitando pensamientos negativos que pudieran afectar su rendimiento. Tras la victoria, el jugador destacó la importancia de este título para el equipo, reflejando la superación de momentos difíciles y el merecido disfrute de la alegría tras tanto esfuerzo. La celebración en Bilbao y en la Gabarra demostró la intensa emoción y gratitud de todo el equipo y afición por este logro tan anhelado.
Fuente mundodeportivo ★★★★☆
