La afición del Athletic Club ha demostrado su inquebrantable apoyo en Lezama, a pesar de las adversas condiciones climáticas, con el objetivo de alentar a su equipo antes del decisivo partido de vuelta en los octavos de final de la Europa League contra la Roma. A tan solo 24 horas del encuentro, un considerable número de seguidores se congregó en las instalaciones del club, exhibiendo su pasión con banderas, bufandas y camisetas, a pesar de la lluvia y el frío.
Un ambiente de apoyo inigualable
Durante la sesión de entrenamiento, los hinchas entonaron el himno del Athletic y otros cánticos emblemáticos, creando una atmósfera que recordaba a la de San Mamés. Los jugadores, visiblemente agradecidos, respondieron desde el centro del campo, y se llevó a cabo un emotivo homenaje al jugador lesionado Dani Vivián, quien fue aclamado con gritos de «teniente».
Convocatoria a la unidad
La convocatoria para este encuentro fue impulsada a través de las redes sociales, donde se instó a los aficionados a brindar «un último aliento» a los futbolistas, en un momento en que la unidad entre la afición es más crucial que nunca. Esta iniciativa, promovida por el usuario @Zepelin1991 y difundida por la cuenta Athletic Xtra, busca superar las diferencias recientes entre el grupo de animación Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH) y la junta directiva del club.
Preparativos para el partido
De cara al partido, el Athletic se concentrará en el hotel Carlton, y la peña 7 de abril Aitor Paredes ha convocado a los aficionados para acompañar al equipo en su trayecto hacia San Mamés. ICHH ha anunciado que liderará la animación desde el bloque 108, tras haber llegado a un acuerdo con el club sobre el uso de ciertos elementos de animación, aunque se han excluido los megáfonos por razones de seguridad.
Medidas de seguridad ante el encuentro
El encuentro se desarrollará bajo un fuerte dispositivo de seguridad por parte de la Ertzaintza, que prevé la llegada de unos 400 ultras de la Roma. Se han implementado medidas adicionales, como la retirada de terrazas en los locales de hostelería cercanos, para prevenir posibles altercados. La afición visitante será escoltada desde el Guggenheim hasta el estadio, donde se les asignarán sectores específicos para su ubicación.
Un despliegue sin precedentes
Este despliegue de seguridad es el mayor de la temporada en San Mamés, dado el alto riesgo de enfrentamientos entre radicales de ambos equipos, con antecedentes de tensiones entre los grupos de animación. La Ertzaintza también estará alerta ante la posibilidad de que los ultras locales reciban refuerzos de otros equipos de la zona.
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