El artículo se centra en la destacada actuación de Julen Agirrezabala, el portero del Athletic Club, quien tuvo un papel crucial en la reciente victoria del equipo en la Copa del Rey, logrando el título después de 40 años. Su gran momento se produjo en la madrugada del 7 de abril, donde, a pesar de ser considerado el suplente de Unai Simón, se convirtió en el héroe del torneo. Agirrezabala tuvo actuaciones sobresalientes en las etapas eliminatorias, destacándose en los partidos contra el FC Barcelona en cuartos de final, el Atlético de Madrid en semifinales, y especialmente en la final contra el Mallorca, donde realizó paradas clave, incluyendo un penalti detenido a Morlanes y un desvío de un cabezazo de Muriqi.
A lo largo de la temporada, Agirrezabala ha acumulado 36 partidos oficiales, pero se espera que su número de apariciones aumente debido a la lesión de Unai Simón, quien se someterá a una operación en la muñeca y estará fuera de juego el resto del año. Además, Agirrezabala se perderá el inicio de la nueva temporada de La Liga tras sufrir una lesión en tres vértebras durante un entrenamiento.
El portero, que se formó en el Antiguoko donostiarra, también ha tenido éxito a nivel internacional, siendo subcampeón de Europa sub-21. A finales de la pasada temporada, renovó su contrato hasta 2027, lo que disipó rumores sobre su posible salida en busca de más minutos de juego. Agirrezabala ha expresado su satisfacción con la competencia en la portería del Athletic, que es considerada una de las más fuertes de la liga. En la última campaña, recibió solo seis goles en 12 partidos, lo que resalta su capacidad como guardameta confiable.
En resumen, el artículo destaca la evolución de Agirrezabala como un portero clave para el Athletic Club, su impacto en la Copa del Rey, y su futuro prometedor en el equipo, especialmente en un contexto donde se le presentarán más oportunidades debido a las lesiones de sus compañeros.
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