El Athletic Club de Bilbao ha tenido una pretemporada complicada, enfrentándose a dos equipos de la Champions League: el Sporting CP y el Aston Villa. En ambos partidos, el equipo bilbaíno mostró debilidades defensivas significativas, lo que resultó en la concesión de tres goles en cada encuentro. Aunque el Athletic logró mantener una buena posesión del balón, no pudo evitar las transiciones rápidas y efectivas de sus oponentes.
En el primer partido, disputado en Portugal, el Athletic sufrió una derrota contundente de 3-0. Esta derrota se acentuó en los minutos finales, cuando el equipo alineó una formación que se asemejaba más a un equipo filial. En el segundo encuentro, en Inglaterra, el Athletic perdió 3-2, donde el Aston Villa mostró una estrategia similar, aprovechando los espacios generados por su juego de posesión y la presión alta del Athletic.
El Aston Villa, dirigido por Unai Emery, utilizó un enfoque que atraía a muchos jugadores del Athletic hacia su área, lo que les permitía crear oportunidades de gol. El Athletic, bajo la dirección de Ernesto Valverde, aún no ha encontrado el equilibrio necesario entre la presión alta y la solidez defensiva, lo que ha sido un punto de preocupación.
En el partido contra el Aston Villa, el equipo bilbaíno se vio afectado por errores defensivos. El primer gol del Aston Villa llegó rápidamente, y aunque el Athletic logró empatar en dos ocasiones, la falta de coordinación en la defensa permitió que el Villa anotara el gol decisivo. La actuación de algunos jugadores, como Padilla, fue criticada por no estar a la altura en momentos clave.
En resumen, el Athletic Club ha mostrado un rendimiento mixto en su pretemporada, con un buen manejo del balón, pero con serias deficiencias en su defensa que necesitan ser abordadas antes de comenzar la nueva temporada. La falta de equilibrio en el equipo es un tema que Valverde deberá trabajar para mejorar el rendimiento del Athletic en el futuro.
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