
Athletic Club
El Athletic enfrenta el desafío de una grada de animación dividida
El pasado domingo, el estadio de San Mamés fue testigo de un encuentro decisivo que reunió a más de 48.000 espectadores. Sin embargo, el ambiente se vio afectado por la presencia de un reducido grupo de radicales de la Herri Harmaila, lo que ha generado inquietud sobre el futuro de la grada de animación, un proyecto que busca revitalizar la atmósfera en el estadio y que recibió el respaldo del 62% de los compromisarios hace tres años.
Preocupaciones sobre el ambiente en San Mamés
La situación ha llevado a reflexionar si el ambiente en San Mamés se ha vuelto perjudicial para el equipo en momentos críticos. A pesar de las expectativas optimistas para la temporada, el comportamiento de este pequeño grupo ha sido calificado como grave y preocupante.
La función de la grada de animación
La grada de animación, creada para reactivar el ambiente en un estadio más amplio y cómodo, ha enfrentado críticas debido a la influencia de los radicales, quienes intentan controlar la dinámica de la animación.
Rechazo a la propuesta de la directiva
Recientemente, los radicales emitieron un comunicado en el que rechazaron una propuesta de la directiva, condicionando su apoyo a que se cumplan ciertas demandas. Este hecho ha sido interpretado como un nuevo chantaje hacia el club.
Consecuencias de disolver la grada de animación
A pesar de la controversia, se argumenta que disolver la grada de animación sería un fracaso histórico, ya que representaría una victoria para una minoría que, aunque pequeña, ha logrado imponer sus condiciones.
Medidas necesarias por parte del presidente
El presidente Jon Uriarte ha sido instado a tomar medidas para eliminar a los elementos indeseables en la grada y potenciar su función de animación. Se destaca que, a pesar de la crisis actual, el Athletic necesita un sector que impulse la animación en los partidos, ya que la afición tiende a reaccionar más que a actuar de manera proactiva.
Reflejo del ambiente en el último partido
El ambiente del pasado domingo fue un claro reflejo de esta situación, donde los aficionados respondieron con pitidos a los cánticos de la Herri Harmaila, en lugar de mantener una actitud de apoyo constante hacia el equipo. Este comportamiento ha llevado a cuestionar la efectividad de la grada de animación, especialmente en comparación con otras aficiones en estadios de renombre mundial, donde la entrega del público es más uniforme y menos dependiente de un grupo específico.
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