El Athletic Club de Bilbao ha concluido su pretemporada con un partido decepcionante contra el Stuttgart, en el que sufrió una contundente derrota por 4-0. Este encuentro, que se llevó a cabo como parte de la preparación para el inicio de la liga, no sirvió como un ensayo efectivo para el equipo dirigido por Ernesto Valverde, ya que se enfrentó a un rival que se tomó el partido muy en serio, preparándose para su propia competición, la Supercopa de Alemania.

El Athletic alineó a un equipo con muchos jugadores jóvenes, lo que se tradujo en una clara desventaja frente a un Stuttgart que mostró su jerarquía y control desde el inicio del partido, anotando dos goles en los primeros 15 minutos. A pesar de que Valverde introdujo a varios titulares en la segunda mitad, el rendimiento del equipo no mejoró, lo que dejó en evidencia las deficiencias defensivas que han marcado toda la pretemporada.

A lo largo de los siete partidos disputados, el Athletic ha encajado un total de 14 goles, lo que representa una media alarmante de 2,33 goles por partido. Solo lograron mantener su portería a cero en un amistoso contra el Eibar. El portero Alex Padilla, quien se perfila como titular para el inicio de la liga, ha sido el encargado de recibir la mayoría de estos goles, lo que ha generado preocupaciones sobre la solidez defensiva del equipo.

El Athletic ha enfrentado a rivales de alto nivel, como el Sporting de Portugal, Aston Villa y el propio Stuttgart, que han demostrado ser capaces de marcar múltiples goles. Sin embargo, la falta de consistencia en la defensa es un aspecto que el equipo deberá mejorar urgentemente si quiere tener un buen desempeño en la liga, especialmente con el primer partido de la temporada contra el Getafe a la vista.

En resumen, la pretemporada del Athletic ha dejado mucho que desear, con un rendimiento defensivo deficiente que deberá ser abordado rápidamente para evitar problemas en la competición oficial.

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Josu Roman