El Athletic Club de Bilbao se encuentra en su cuarta semana de preparación para la nueva temporada, con un día de descanso y la vista puesta en dos próximos amistosos: uno contra el Eibar el jueves y otro contra Osasuna el sábado, en el contexto de la Euskal Kopa. Hasta ahora, el equipo ha tenido un rendimiento irregular, con una victoria frente al Racing de Santander y dos derrotas, una ante el Burgos y otra contra el Sporting de Portugal. A pesar de estos resultados negativos, el equipo tiene un precedente alentador, ya que la temporada pasada, a pesar de un mal inicio en la pretemporada, lograron un año exitoso, ganando la Copa y terminando en el quinto lugar de la Liga.

El entrenador Ernesto Valverde enfrenta varios desafíos, ya que cuenta con numerosas bajas por lesiones y permisos. Jugadores clave como Unai Simón y Julen Agirrezabala están ausentes, lo que complica la formación del equipo. Valverde ha tenido que recurrir a jóvenes talentos de la cantera para completar su plantilla, aunque es probable que la mayoría de estos jugadores regresen a sus equipos de origen una vez finalizada la pretemporada.

En comparación con la pretemporada anterior, donde el Athletic solo logró una victoria en seis partidos, el equipo ha tenido un inicio similar esta vez, con un triunfo y dos derrotas. Sin embargo, el cuerpo técnico y los aficionados mantienen la esperanza de que, a medida que se acerque el inicio de la Liga, el equipo logre encontrar su mejor forma y compita a un alto nivel.

El Athletic tiene cuatro amistosos restantes antes de que comience la temporada oficial, y aunque el equipo no estará en su mejor estado físico, se espera que los jugadores que regresen de sus lesiones se integren pronto. La temporada se presenta con grandes expectativas, ya que el club aspira a competir en cuatro competiciones y tiene una final europea programada en su estadio, San Mamés.

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Josu Roman