El Athletic Club ha reanudado sus entrenamientos en las instalaciones de Lezama tras un par de días de descanso, enfrentándose a las dificultades impuestas por una ola de calor. Este martes, el equipo tiene programada una doble sesión de trabajo, aunque las condiciones climáticas han llevado a los entrenadores a ajustar el plan de entrenamiento. A las 11 de la mañana, la temperatura ya alcanzaba los 27 grados, y se prevé que en la sesión vespertina, que comenzará a las 18 horas, el termómetro se eleve hasta cerca de los 35 grados, lo que podría provocar un retraso en el inicio de la actividad.

El enfoque de los entrenamientos se centra en la adaptación a estas altas temperaturas, ya que el rendimiento en competiciones futuras puede verse afectado por condiciones similares. Por ello, se ha diseñado un programa que busca minimizar el estrés fisiológico de los jugadores y optimizar su rendimiento en climas cálidos. Esto incluye no solo el entrenamiento físico, sino también una atención especial a la nutrición y la hidratación.

Durante estos días, se implementará un plan nutricional que abarcará todas las comidas y la ingesta de líquidos durante las sesiones de entrenamiento. Los preparadores del equipo proporcionarán a los futbolistas bebidas isotónicas que contienen un alto porcentaje de carbohidratos y sodio, lo que es crucial para mantener el equilibrio hídrico y energético de los jugadores.

Además, el Athletic se prepara para sus próximos partidos de pretemporada, que se llevarán a cabo esta semana contra el Eibar el jueves y el Osasuna el sábado. Estos encuentros se jugarán en condiciones de temperatura y humedad diferentes a las que se experimentarán durante los entrenamientos de los días previos, lo que añade un nivel adicional de preparación para el equipo.

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Josu Roman