Un grave incidente de racismo tuvo lugar durante el partido entre el Espanyol y el Athletic Club de Bilbao, que se llevó a cabo el pasado domingo en el RCDE Stadium. Este evento llevó al árbitro Cuadra Fernández a activar el protocolo correspondiente para abordar la situación.
Detalles del Incidente
El conflicto se originó en el minuto 17 del encuentro, cuando el árbitro decidió detener el juego. Cuadra Fernández se reunió en el centro del campo con Javi Puado, capitán del Espanyol, e Iñaki Williams, para informarles sobre la interrupción del partido.
Comunicación con los Entrenadores
El árbitro también se puso en contacto con los entrenadores de ambos equipos, Manolo González y Ernesto Valverde. Posteriormente, realizó un gesto hacia el delegado de campo, cruzando los brazos sobre los hombros, lo que indicaba la detección de un comportamiento racista en la grada.
Reacción de la Afición
Cuadra Fernández señaló hacia la grada de animación del Espanyol, donde se habían escuchado gritos racistas dirigidos a Iñaki Williams. Cabe recordar que el jugador ya había sido víctima de un incidente similar en el mismo estadio el 25 de enero de 2020.
Medidas Adoptadas
Desde la megafonía del estadio se emitió un mensaje que subrayaba la gravedad del racismo en el fútbol, advirtiendo que el partido podría suspenderse temporalmente si los actos discriminatorios continuaban. Este anuncio fue recibido con una fuerte pitada por parte de la mayoría de los aficionados presentes.
Reanudación del Partido
Después de una pausa de aproximadamente tres minutos, el partido se reanudó. Sin embargo, cada vez que Iñaki Williams tocaba el balón, era objeto de abucheos por parte de algunos seguidores del Espanyol.
Reflexiones Finales
Este incidente resalta la persistencia del racismo en el deporte y la urgente necesidad de continuar combatiéndolo en todos los niveles. La comunidad futbolística debe unirse para erradicar este tipo de comportamientos y promover un ambiente de respeto e inclusión.
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