Un grupo de aficionados del Athletic Club vivió una experiencia complicada en su viaje a Roma, donde su equipo se enfrentaba a la Roma en el partido de ida de los octavos de final de la Europa League. Aunque su llegada estaba prevista para las 11:30 horas, finalmente aterrizaron en la Ciudad Eterna pasadas las cinco de la tarde.
Retrasos en el Vuelo
El retraso se originó debido a un problema con el vuelo que partía de Loiu a las 7:10 de la mañana con destino a Barcelona. Según Luis Gil, miembro de la tripulación de Vueling, la causa del inconveniente fue la llegada tardía de la tripulación a Bilbao el miércoles anterior, lo que les impidió cumplir con el tiempo de descanso reglamentario. Esto resultó en la pérdida de la conexión a Italia, generando nervios entre los aficionados, quienes se cuestionaban si llegarían a tiempo para el partido.
Preocupación entre los Aficionados
A las seis de la mañana, los hinchas comenzaron a inquietarse al notar que su vuelo a Barcelona estaba retrasado, lo que les haría perder su conexión a Roma, programada para las 9:40. Gaizka, que viajaba con su hijo Eneko, expresó su decepción por no poder visitar el Coliseo, aunque se aferraba a la esperanza de llegar a tiempo para el partido. Por su parte, Urtzi, otro aficionado, intentaba mantener una actitud positiva, aunque también mostraba su preocupación.
Reubicación y Compensación
El vuelo aterrizó en Barcelona alrededor de las diez, y los aficionados se dirigieron al mostrador de Vueling para reubicarse en el siguiente vuelo a Roma, programado para las 14:40. Inicialmente, se enfrentaron a la confusión de un posible overbooking, pero finalmente lograron ser recolocados y recibieron un bono de 13,20 euros como compensación por las molestias.
Esperas y Planificación
Durante su espera en el aeropuerto de El Prat, los aficionados se mantenían ocupados revisando sus teléfonos, donde aparecían imágenes y vídeos relacionados con el retraso. También consultaban Google Maps para planificar su llegada al centro de Roma y recibían fotos de amigos que ya estaban en la ciudad. A medida que se acercaba la hora de despegue, el vuelo sufrió otro retraso de media hora.
Llegada a Roma y Desplazamiento al Estadio
Finalmente, a las cinco de la tarde, los aficionados llegaron al aeropuerto de Roma, con el tiempo justo para tomar el tren rápido, dejar sus mochilas en el hotel y dirigirse a la Piazza della Canestre, donde se organizaron autobuses para llevar a la hinchada al Estadio Olímpico. Sin embargo, al llegar al punto de encuentro, se encontraron con una larga cola de autobuses y la incertidumbre de si llegarían a tiempo al partido. A pesar de los contratiempos, lograron abordar los autobuses y se dirigieron al estadio, esperando que su odisea se tradujera en un buen resultado para el Athletic.
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