El Athletic Club de Bilbao se enfrentó al Stuttgart en un último partido de pretemporada que resultó en una contundente derrota, lo que ha dejado al equipo en una situación preocupante a solo cinco días del inicio de la nueva temporada contra el Getafe. El entrenador Ernesto Valverde optó por alinear a un equipo mayoritariamente compuesto por suplentes, además de Álex Padilla, un portero de emergencia debido a las lesiones de los titulares Unai Simón y Agirrezabala. Esta decisión se tradujo en una goleada que evidenció las debilidades del equipo, especialmente en defensa, donde han encajado 14 goles en siete partidos de pretemporada.
La preparación del Athletic ha sido irregular, con un balance de tres victorias y cuatro derrotas. La fragilidad defensiva ha sido un tema recurrente, así como la falta de efectividad en ataque, con solo ocho goles anotados en el mismo periodo. La pretemporada comenzó con una derrota ante el Burgos, un equipo de Segunda, y aunque hubo una victoria contra el Racing, el equipo sufrió una dura derrota ante el Sporting de Lisboa. A pesar de una victoria ajustada contra Osasuna, los últimos partidos han dejado al Athletic con una alarmante falta de cohesión y rendimiento.
Valverde ha enfrentado dificultades para contar con todos sus jugadores clave debido a las lesiones. Tanto los porteros titulares como los campeones de Europa Nico y Vivian han estado ausentes, lo que ha complicado la preparación del equipo. Aunque se espera que Nico regrese a tiempo para el partido contra el Getafe, la situación de otros jugadores como el capitán De Marcos y el fichaje Djaló sigue siendo incierta.
En resumen, el Athletic Club se encuentra en una fase crítica de su preparación, con una defensa vulnerable y un ataque poco efectivo, lo que plantea serias dudas sobre su capacidad para competir en la próxima temporada. La falta de jugadores clave y la irregularidad en el rendimiento son factores que Valverde deberá abordar rápidamente para evitar un mal comienzo en la liga.
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