El Athletic Club se encuentra en un momento crucial, con su entrenador Ernesto Valverde y el capitán Óscar de Marcos liderando la preparación para una remontada en el emblemático San Mamés. Este esfuerzo se realiza en un contexto donde se hace un llamado a la afición para que el próximo jueves el estadio rojiblanco se llene de apoyo incondicional.
La experiencia en Roma y su impacto
La reciente experiencia en el Estadio Olímpico de Roma, donde más de 60.000 aficionados se unieron en un solo grito, ha generado en el equipo una mezcla de envidia y nostalgia. En tiempos pasados, La Catedral vibraba con la misma intensidad, algo que se echó de menos en el último encuentro de Liga contra el Valladolid. A pesar de una victoria histórica por 7-1, el ambiente no fue el esperado. Valverde expresó que con la mitad de la energía que se vivió en Roma, el equipo se sentiría satisfecho.
La importancia del apoyo de la afición
La animación en el estadio es fundamental para el rendimiento del equipo. Las imágenes del Olímpico, donde los hinchas se unieron sin jerarquías, demuestran que la fuerza del Athletic radica en la unión de su afición. La visual de miles de banderas ondeando en rojo y amarillo evocó escenas de grandes producciones cinematográficas, simbolizando la unidad y el apoyo incondicional.
Desafíos y expectativas para el futuro
A pesar de la derrota en Roma, las aspiraciones del Athletic de avanzar hacia la final europea del 21 de mayo en Bilbao siguen intactas. La respuesta de la afición es crucial, y se espera que el 99% de los seguidores se movilicen, conscientes de que esta es una oportunidad histórica que no se presenta a menudo.
La situación en el fondo norte
Por otro lado, la situación en el fondo norte, donde se ha convocado una huelga de silencio, plantea interrogantes sobre el apoyo que se brindará al equipo. Iñigo Cabacas, líder de esta protesta, deberá decidir si su postura se mantiene por encima del bienestar colectivo. Los dirigentes del club han presentado un pliego de condiciones para los miembros de la grada popular, pero hasta ahora no ha habido respuesta.
El próximo partido como termómetro
El próximo partido contra el Mallorca será un termómetro para medir el ambiente en San Mamés, que debe ser un lugar de fervor y apoyo incondicional. La afición tiene la responsabilidad de no permitir que el entusiasmo se apague, ya que el equipo necesita su respaldo más que nunca en este momento decisivo.
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