La ciudad de Bilbao se encuentra en un estado de euforia tras el reciente triunfo del Athletic Club en la final de la Copa del Rey, un logro que no se veía desde hace cuatro décadas. Este éxito ha generado un ambiente de gran entusiasmo entre los aficionados, quienes se preparan para la nueva temporada con altas expectativas. En la jornada inaugural, el estadio de San Mamés recibió a 47,845 espectadores, una cifra notable para un partido que se disputó a mediados de agosto, superando la asistencia del primer encuentro de la temporada anterior.

Desde temprano, los bares y restaurantes del Casco Viejo de Bilbao se llenaron de aficionados vestidos con los colores del Athletic, compartiendo sueños y esperanzas sobre lo que el equipo podría lograr en la nueva campaña. Con cuatro competiciones por delante, los hinchas están ilusionados con la posibilidad de alcanzar la Champions League, repetir el éxito en la Copa del Rey, ganar la Supercopa y, especialmente, conquistar la Europa League en su propio estadio, un hito que sería histórico para el club.

El ambiente en la ciudad es de optimismo, con muchos aficionados convencidos de que esta temporada será memorable. Algunos, como Jurgi Gardeazabal, expresan que el equipo tiene potencial para ir más allá de la Copa y alcanzar la final de la Europa League, que se celebrará en Bilbao. Otros, como Unai Bujanda, se muestran aún más ambiciosos, afirmando que el equipo tiene posibilidades de ganar la Liga.

La plantilla del Athletic, que ya logró el anhelado triunfo en la Copa, ha sido reforzada con nuevos fichajes como Álvaro Djaló y Andoni Gorosabel, lo que ha aumentado la confianza entre los seguidores. La continuidad de jugadores clave, como Nico Williams, también ha sido un factor motivador, ya que su decisión de quedarse tras una gran temporada es vista como un buen augurio para el futuro del club.

Sin embargo, el inicio de la temporada no fue el esperado, ya que el equipo empató 1-1 contra el Getafe, un resultado que dejó a los aficionados decepcionados, ya que esperaban comenzar con una victoria. A pesar de este tropiezo, la afición ya está enfocada en el próximo desafío: un partido contra el FC Barcelona, que se jugará el 24 de agosto. Este encuentro es especialmente significativo debido a los rumores sobre el interés del Barcelona en fichar a Nico Williams, quien recibió una cálida ovación en su debut.

En resumen, Bilbao vive un momento de gran ilusión y expectativas en torno al Athletic Club, con aficionados que sueñan con una temporada histórica, a pesar de un inicio que no cumplió con las expectativas. La motivación y el apoyo de la hinchada son palpables, y todos los ojos están puestos en lo que el equipo podrá lograr en los próximos meses.

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Josu Roman