El Athletic Club enfrenta un nuevo desafío tras tres derrotas consecutivas
Un amistoso que deja lecciones
A pesar de ser un encuentro amistoso, la presión por no perder se siente en el aire, especialmente tras las recientes caídas ante Alavés, PSV y Racing. El entrenador, Ernesto Valverde, no ocultó su descontento tras el partido en Muriedas, señalando que el equipo no mostró la profundidad necesaria para generar ocasiones. “Faltó verticalidad y ambición ofensiva en el último tramo”, comentó Valverde, reflejando la necesidad de mejorar en el ataque.
Un rendimiento por debajo de lo esperado
El Athletic no logró desplegar un juego fluido que le permitiera desarticular al equipo rival. Valverde hizo hincapié en la importancia de la mentalidad del equipo, que ha sido su sello distintivo. “Hoy hemos estado más lentos de lo habitual. Si no llegamos a la portería, es que algo no está funcionando”, añadió el técnico, subrayando la urgencia de corregir estos aspectos antes del inicio de la liga.
Mirando hacia el futuro
La segunda unidad del Athletic tuvo la oportunidad de brillar, aunque sin destacar en demasía. Valverde se mostró comprensivo, recordando que cada partido es una oportunidad para todos los jugadores. “No ha sido un buen partido, pero debemos estar mejor la próxima vez”, afirmó. A pesar de las derrotas, el entrenador no quiere alarmar, ya que cada una ha tenido sus particularidades, pero el debut contra el Sevilla se acerca y la necesidad de una victoria se vuelve apremiante.
Iñaki Williams hizo una broma sobre la dificultad del Athletic en los amistosos veraniegos. ¿Podrá el equipo cambiar esta tendencia en su próximo encuentro?
