Athletic Club
Ander Herrera compartió sus experiencias sobre su traspaso del Zaragoza al Athletic Club en el podcast ‘Tengo un plan’, donde reveló detalles sobre su amor por el club y los problemas económicos que enfrentó en su antiguo equipo.
Un amor inquebrantable
Durante la conversación, Herrera expresó su profunda conexión con el Athletic, afirmando que «estaba en el equipo de mi vida, del que soy aficionado y del que moriré siendo aficionado». Esta declaración resalta su lealtad hacia el club bilbaíno.
Problemas en Zaragoza
El exfutbolista también abordó la difícil situación en el Zaragoza, donde los impagos comenzaron a afectar al equipo. «Era muy convulso todo. Teníamos un propietario que no pagaba», comentó, reflejando la tensión que se vivía en el vestuario.
Un equipo en crisis
Tras un año en Primera División y seis meses en Segunda, el Zaragoza se encontraba en una situación crítica. «Un equipo que estaba hecho para estar en Champions se fue a Segunda», lamentó Herrera, quien se convirtió en un líder en medio de la crisis.
Acciones decisivas
Consciente de su importancia en el equipo, Herrera se unió a los capitanes para solicitar al propietario que vendiera el club, buscando asegurar los salarios de sus compañeros. «Recuerdo que en un amigo invisible me regalaron el cartel de ‘Se vende'», recordó entre risas.
Un desenlace positivo
Finalmente, el Zaragoza llegó a un acuerdo con el Athletic, lo que permitió resolver la situación de impagos. «Imagínate lo que me querían en el vestuario», concluyó Herrera, dejando claro el impacto de su decisión en sus compañeros.
